Si los que ya son mayores hacen un repaso a las inquietudes que tenían en su adolescencia y tienen empatía, les será fácil imaginar por lo que están pasando estos días nuestros jóvenes durante el confinamiento forzoso al que estamos todos llamados.

Tras el cierre de escuelas, colegios, universidades, academias... el tenerlos ocupados con deberes y trabajos es algo que, en definitiva, no sólo beneficiará a su curso académico sino que también reforzará su salud mental aunque ellos posiblemente, en tono jocoso, lo interpretarán al contrario.

Pasados unos días, como nos ha podido ocurrir a todos, podrán tener trastornos ciclotímicos con subidas y bajadas en su estado de ánimo. En la mayoría de los casos estos períodos serán breves y moderados pero hay que estar alerta y tener en cuenta no sólo el carácter que pueda tener el crío, más o menos activo, sino también si el encierro se realiza en un lugar pequeño, poco ventilado o con poca intimidad. En este último caso nos resultará difícil cambiar las condiciones de lugar, pero sí será una solución, como comentan la mayoría de especialistas, el tener una rutina a la que isería conveniente incorporar ejercicios de meditación.

Además de las pautas diarias de higiene, alimentación, deberes, también debemos autoimponernos actividades de distracción y hacerlo de igual manera con los jóvenes que estén en casa. Dependiendo de sus edades las formas que tienen de entreternerse cada uno distan mucho, por lo que se deberá ofrecer tiempo para que ellos se distraigan con sus cosas dejándoles ver su serie favorita, leer en silencio un libro, dibujar, jugar, hacer videos o dejarles hablar con compañeros por teléfono o por app.

Los críos suelen tener mayor facilidad para adaptarse a las circunstancias, si además tienen la oportunidad de acceder a multitud de distracciones como los mencionados anteriormente, estas se sobrellevan con menos hastío. Aún así, ni todos los casos son iguales, ni todas las circunstancias, por desgracia, son las mismas.

GMR agradece en estos días a todos los jóvenes su actitud y a todos lo padres el haber podido sobrellevarlo.

Nuestro cariño a los que de una u otra forma, este episodio les ha condicionado sus vidas. Ánimo a todos.


 


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