Hoy hemos venido a traer a nuestro alumno de este año de Clogowees College, al oeste de Dublin en el condado de Kildare, y como siempre nos hemos encontrado un colegio que, además de que su edificio ya impresiona, no podemos de dejar de quedarnos "boquiabiertos" por sus interminables extensiones de campos de cesped impoluto y perfecto, el que muchos querrían en los mejores estadios de futbol de clubs que facturan miles de millones al año, y no lo consiguen con tal suavidad y color ni de lejos.

Y es que un cesped así solo puede encontrarse en Irlanda, y muy habitualmente en colegios como éste, uno de los internados de chicos más famosos de Irlanda y de los más grandes. Volver a dejar a nuestros alumnos cada año en colegios irlandeses de esta categoría, y con estas vistas, siempre es un placer para la vista, y nos alegra el día, sobre todo pensando en el desierto en que se está convirtiendo el mundo menos septentrional, por desgracia.

Por sitios como este creemos que hacer un año escolar en Irlanda es un aliciente cada vez más demandado.

 


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