Ya han llegado los niños al campamento GMR summer camps. Nervios, risas y expectación son algo común este día.

Tras realizar el registro y hacer el test de nivel de inglés con nuestros profesores nativos, los campers se despiden de sus familiares. En sus caras se refleja por parte de los padres el deseo de que se lo pasen bien y por parte de los niños el deseo de verles pronto y las ganas de experimentar, a veces de una forma cohibida, la vivencia de un campamento. Entre nosotros se encuentran algunos que ya han repetido años anteriores y que ofrecen su amistad a los nuevos a la vez que les orientan de cómo funciona el camp.

Tras marcharse los padres y llegar el autobús con otros niños, los monitores y profesores enumeran las normas del campamento. La asignación de las habitaciones y las cabañas es el momento en el que los niños empatizan más entre ellos y a su vuelta a la campa para reunirse, se les ve más desenvueltos y confiados.

Una cena tranquila y una velada con juegos de rompehielos, ponen punto final a una jornada que empezó para algunos en la Comunidad Valenciana,  Cantabria, País Vasco, Galicia, Comunidad de Madrid… Para todos ellos, esperamos que la estancia en nuestro campamento de inglés sea, además de provechosa, divertida.


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